Siguiendo El Psicoanálisis Y Los Estadios del Yo
El enfoque integrativo de Berne nació gracias, influenciado por el psicoanálisis, pensó que la teoría freudiana centraba todo su esfuerzo en el pasado, lo que resultaba en una práctica terapéutica que dejaba de lado el “aquí y el ahora”, olvidando aspectos tan beneficiosos para la terapia como la concentración en lo consciente.
Para lograrlo, combinó ideas y técnicas del psicoanálisis clásico con ideas del humanismo o el conductismo. La nueva teoría no se centraba tanto en la introspección hacia el pasado, sino que el presente, el contexto interpersonal o la autorrealización y el crecimiento personal cobraban vida en su nueva forma de hacer terapia.
Transacciones y Estadios del Yo
Uno de los grandes logros del análisis transaccional es que propone una metodología y unos conceptos básicos expresados en un lenguaje simple y sin tecnicismos, y a su vez facilita técnicas para el cambio personal.
Las transacciones psicológicas se analizan mediante los estados del ego, distintos de los que propuso Freud. Existen tres estados del yo: Padre, Adulto y Niño.
- Padre – Un conjunto de pensamientos, sentimientos y conductas aprendidas de nuestros padres y otras personas importantes. Esta parte de nuestra personalidad puede ser de apoyo o crítica.
- Adulto – Se refiere a dirigir las respuestas en el “aquí y ahora” que no están influenciados por nuestro pasado. Esto tiende a ser la parte más racional de nuestra personalidad.
- Niño – Un conjunto de pensamientos, sentimientos y conductas aprendidas de nuestra infancia. Estos pueden ser libre y natural o muy adaptada a las influencias de los padres.

Un analista transaccional elaborará un diagrama en el que se podrá apreciar los estados del ego que se manifiestan en una transacción. Por ejemplo, una transacción Adulto-Adulto puede ocurrir cuando un cirujano está operando y hace una mirada a la enfermera para que le acerque la herramienta de trabajo. Ésta se lo acerca produciéndose una transacción complementaria, donde el gesto de mirar sería el estímulo de la transacción y la entrega de la herramienta la respuesta de transacción. La comunicación será fluida mientras las transacciones complementarias continúan.
No todas las interacciones son complementarias y, por tanto, algunas son disfuncionales, a lo que Berne llamaba transacción cruzada. Por ejemplo, en una relación de pareja, uno de los miembros, en este caso la mujer, pregunta al otro miembro si ha visto sus gafas. Y el otro miembro, en este caso el hombre, responde: “¡Siempre me culpas a mí de todo!”. El hombre, en vez de responder con el ego “Adulto”, responde de forma impulsiva, es decir, con el ego “Niño”, y aquí se produce un conflicto o una comunicación disfuncional.
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